Otro día más voy a continuar, mi carta de vida, esta vez hablando sobre el valor de escuchar.
Puede que a la gente no le resulte importante este capítulo pero yo pienso que escuchar; no oír que es distinto; es un DON que tienen pocas personas y que yo, me siento afortunada por llevarlo en la sangre, ya que me viene de familia.
Escuchar, es el acto de observar detalladamente lo que cada persona te cuenta y es necesario que mientras lo haces mires directamente a lo ojos ya que si no parece que no les prestes atención: una palabra a explicar dentro de poco en esta CARTA.
Pocas personas de las que yo conozco tienen el poder de escuchar, creo que tan sólo he conocido a tres en mi vida: mi madre, una profesora y una gran amiga. Esas personas con tan sólo conocerte un mes parece que te conozcan toda una vida (que en el caso de las madres es más que una verdad), pero personas como esa profesora que tuve en mi academia de inglés te llenan de satisfacción al decirte cosas de ti que te hacen reflexionar ya que ni tu misma sabias que eras así y si lo piensas descubres, que si, que pertenece a tus cualidades, a tu personalidad:
- Independiente, responsable, observadora, constante…
Son tan sólo cuatro palabras destacables en mi personalidad pero, que si una persona que te conoce desde un mes escaso, las pronuncia ante tus ojos, os aseguro que te llenan de orgullo y satisfacción. Tal vez yo sea muy abierta y gesticule mucho y mueva mucho las manos, explicándome correctamente, o tal vez sea ella la que tiene el verdadero Don de escuchar y saber observar y apartar de su vista las cosas negativas y demostrarte que vales como persona.
Fue ella también de las pocas personas que me apoyó a estudiar la carrera que he elegido y pienso demostrarle a ella, y a todos los que me apoyan, que SÍ, que valgo y también soy BUENA persona, así que..
¡Tiraré hacia delante y lucharé por llegar a mi DESTINO elegido!
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